PLAKAT POLSKI | Cartel Polaco
Hoy un post acerca de afiches de pelicula realizados en E.U.A. y su versión Polaca de mediados de los años 60's me inspiró a compartir un texto sobre "Plakat Polski" o Cartel Polaco, del autor Paul Bittencourt ya que es una de las artes populares más representativas de Polonia y que tuvo su auge principalmente entre los años 50's y 60's.
"El cartel es un orgullo nacional en Polonia y su papel en la vida cultural, es de singular importancia."
Polonia se formó en el cruce de las culturas este-oeste, del arte bizantino y de las vanguardias y de esa conjunción el arte popular del cartel polaco –Plakat Polski– tomó la atmósfera de ambigüedad y misterio, de los íconos los fuertes contornos, lo plano de las formas y el carácter profundamente simbólico y de las vanguardias el tratamiento de la luz y el color.
El cartel en Polonia se manifestó siempre como exponente de la libertad creadora, podemos hablar de la “Escuela Polaca del Cartel” creada por artistas plásticos llenos de fantasía y soltura.
Los artistas han logrado en ellos, todo lo que constituye la esencia del arte popular: la feria de la aldea, las imágenes de madera, el recorte de papel, la pintura sobre vidrio.
El grueso contorno separa las líneas delicadas de las superficies cromáticas y recostado en ellas encontramos motivos ornamentales característicos.
En los carteles para teatro, cine o los referidos al circo, se emplea la tradición vanguardista del foto montaje y de los valores plásticos decorativos, a lo que se suma un cálido sentido del humor y la estilización del niño. La más simple definición: “un grito en la pared”.
En 1968 en Wilanów, cerca de Varsovia, se creó el primer Museo del Cartel en el mundo, en un edificio de muy lograda arquitectura contemporánea, perfectamente adaptada a la función museístico-educativa.
El afiche polaco comienza a recibir atención en la década de los años 50 con la obra de Tadeusz Trepkowski. Se trataba de un diseño de imagen mínima con texto frugal (tomado del racionalismo suizo y la vanguardia europea) que expresaba la reciente tragedia de la guerra (Varsovia quedó destruída después de la masacre del bombardeo nazi). El famoso NIE! de Trepkowski (1953) con la imagen de la ruina citadina dentro de la bomba, hizo historia.
Sin embargo el padre del afiche polaco es Henryk Tomaszewski quien se hizo cargo del departamento de diseño de la Academia de Artes Visuales de Varsovia, después de la prematura muerte del primero. Muere Stalin y la política del entonces secretario del partido; Wladyslaw Gomulka, es de apertura y estímulo a la creación (siempre que se acomode a los cánones de censura estipulados). Los afichistas polacos crearon para el cine y el teatro e hicieron diseño para libros, revistas, etc. Tomaszewski quien fuera instrumental para en la creación de la Bienal de Afiche de Varsovia en 1964, cierra el capítulo obsesivo del horror de la guerra con un nuevo optimismo humorístico que es a la vez obtuso y naif. Su más cercana influencia es el diseñador Jerzy Flisak (“El dorado”, 1973) quien produjo alguno de los afiches más memorables de la época del naciente cine polaco de principios de los años 60. - Revista Polonia
Bajo el nombre de “Plakat Polski” se exhibe una colección del reconocido arte del afiche polaco, en la expresión de artistas contemporáneos. Si bien el afiche moderno apareció hacia mediados del siglo XIX en Francia, resulta ineludible la trascendencia posterior del afichismo polaco. Valiéndose de todas las corrientes estéticas, Polonia, a través de sus carteles, fue como una suerte de difusor de distintas tendencias y movimientos artísticos, siendo reconocido internacionalmente a partir de la segunda posguerra. El fenómeno del afiche polaco, comenzó siendo el reflejo de lo que pasaba en la historia de Polonia, agitada por guerras e invasiones. Poco a poco, el mundo del afiche comenzó as regirse por sus propias reglas, creando un diálogo poético entre el afiche y el espectador, hasta lograr genuinas obras de arte, que marcaron la consolidación de la llamada Escuela Polaca.
A mediados de la década del sesenta la ciudad de Varsovia organizó la Primera Bienal Internacional del Afiche. Para afianzar la tradición, hacia fines de la misma década, Polonia inauguró el primer Museo del Afiche. Del predominio de los afiches que referían a obras de teatro, se fue extendiendo la comunicación de veladas de ballet, conciertos, ópera e incluso cinematografía. Se haga uso de la metáfora, o de la broma, siempre se respeta la armonía con el espíritu y la idea principal del evento cultural que se quiere difundir. Los afiches que se exponen dan cuenta de nuestro mundo de hoy, no sólo por las cuestiones que anuncian, denuncian, advierten o recomiendan, sino también por las herramientas gráficas y visuales que utilizan.
Arq. Paul Bittencourt
Director del Museo María I. Olarreaga Gallino, Salto.
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